Homus Erectus, la putada de ir a dos patas andando

Como todos sabéis, evolucionamos de una ameba. Unos bishitos muy monos que se encuentras microscópicamente por algunos lugares del globo terráqueo (para no decir en todas partes, sinó las más aprensivas pueden morir de un ataque al corazón pensando en tanta ameba babosa suelta... y no microscópica, precisamente). Hoy hablaremos de lo "japuta" que ha sido la evolución con el hombre (macho) y lo maravillosa que ha sido con las mujeres (ese ser maravilloso que somos nosotras, modéstia aparte, como será norma general en este blog)

Para "su" pesar (que no el nuestro), el hombre (y no la raza humana, léase hombre como ese ser con tres patas, dos para andar y una para dar y menear... siendo crudos) es un BISHO SOCIAL. Sí, un bisho, y para su lastre social. Lo de ser Homus Erectus no le sale a cuenta. La evolución le jugó una mala pasada a nuestra ancestra la ameba. Vamos por partes. La ameba es un ser que se replica se multiplica y no se divierte mucho. De ese bishito babosín evolucionaron varias especies.... Se dice que evolucionamos de una rama orangutanal... O sea, nuestro ancestro era bastante animal. Se supone que caminábamos a cuatro patas. Ahora pensemos a lo práctico:

• ir a mear: lebantar la pata y listo. ¿Para qué? A ver, ¿cómo delimitan los animales su territorio (sí el lindo gatito que tienes por casa sin capar, que se va meando por los rincones cuando se pone en celo)? Pues haciendo meaditas por ahí. (Esto ahorita mismo no viene al caso, pero ahí la suelto para que os acordéis para futura verborrea blogueal).
• cortejar a la hembra: básicamente inexistente. Uno gruñe algo, y como estan a cuatro patas es bastante fácil dar en la diana

O sea, cuándo estábamos a cuatro patitas el "macho" no hacía nada mas que pelearse con otros machos para conseguir metersela a la hembra (no es que hayamos cambiado demasiado... en fin). Los machos vivían más o menos felices chuscando por aquí y por allí (esperanza de vida reducidísima en vista a las broncas por nuevas hembras que se produciand por aquí y por allí...) Ahora bién, la evolución jugó un papel esencial en las relaciones de pareja. Se pasó de cuatro patas a dos patas.

Repito en parágrafo a parte y le añado mayúsculas: PASAR DE CUATRO PATAS A ANDAR A DOS PATAS. Parece tonto, y fútil pero para el hombre (esa cosa que sigue conservando la mayoría de su recubierta pelambril, al menos en países latinos... en Ásia andan pelaicos pegándose la barba...) ese cambio de estar de cuatro patitas a dos patitas ha sido una gran putada. Sí. Pensemos. Tonto parece, pero importante es. 

Físicamente hablando. Cuando las personas (bishos, más que personas éramos bishos animalescos) andaban a cuatro patas, los órganos sexuales éran (al menos en el caso de las hembras) muy fáciles de visualizar (en el caso de los hombre NO ha cambiado, siguen teniendo sus cosillas super visibles). Tener las partes al aire como si fueras una gata es una bendición para el macho y un martirio para la hembra (bendita evolución :D lo buena que se ha portado con nosotras). El macho no hacia absolutamente ningún esfuerzo para "apuntar a diana", lo sumo se peleaba con otros machos (si la hembra era de las que quitan el hipo), a lo sumo haría algún gruñido para aparearse (algunos siguen con este modus operandi, pero ya no es válido para los tiempos que corren... básicamente porque hemos evolucionado). ¿Qué ocurre si estamos caminando a dos patas? Pues que se jode el sistema de "mojar es fácil".

El HOMUS ERECTUS padece y repadece para conseguir a la hembra de sus amores ese día. Ya no solo se las tiene que ver con sus congéneres y demostrar que realmente es muy macho y con todos los pelos en el pecho, sino que encima tiene que demostrárle a la hembra que es ella y no otra, que es la mejor del universo etc, etc, etc. ¿Por qué? Fácil. La evolución al ponernos a dos patas, nos dió la movilidad de las dos extremidades de alante para coger cosas, hacer armas, matar a nuestros rivales, cocinar... Peeeroooo, al ponernos de dos patas escondió "sus partes" a las hembras. O sea. Los machos empezaron a tenerla jodida para "convencer" a la hembra para que les dejaran "entrar en cavidades oscuras". (Evidentemente la fuerza bruta siempre ha existido, pero eso es ser un animal en toda norma). 

El HOMUS ERECTUS (además deberíamos añadir JODIDUS) a parte de demostrar lo macho que es, debe CONVENCER a la hembra (cosa que con las cuatro patas no era necesario).  ¿Y cómo convencer? Desde regalarle rosas, a hacerle cariñitos, etc. El HOMUS CUATROPATUS elegía haciendo uso de fuerza bruta contra sus congéneres: el más fuerte se la lleva. El HOMUS ERECTUS JODIDUS esta bien pero que bien "joio"... La hembra, puesto que va a dos patas y no a cuatro, verá la contienda, y elegirá el más fuerte, o el que más le convenga a ella para la perpetuación de la especie (o para su propio deleite). Así va. No sólo el hombre se pelea, muestra su hombría frente a sus potenciales rivales, sino que encima le eligen (olvidáos del mito que si soy muy hombre, que si yo eligo y que si pitos y flautas.... elegimos nosotras ^^;) Y para más "inri" seguís palmándola antes...

Como veis, la evolución ha sido una mala béstia con vosotros, hombres, que os las tenéis que ingeniar para conseguir un polvo. 

VIVA LA EVOLUCIÓN

(ps: vale lo confieso... soy algo feminista XD pero también pobrecitos... pensando miles de artimañas para engañar a las mujeres ... enfín... ej lo k hay)